Bella y ambiciosa, atrajo la atención del landgrave y se convirtió en su amante, dándole dos hijos ilegítimos: Con el conocimiento de su amante, se dice que Cunegunda intentó el asesinato de la landgravina Margarita de modo que pudiera usurpar su posición y honores.
Murió seis semanas más tarde en Fráncfort del Meno.
Aun así este matrimonio trajo funestas consecuencias para Turingia.
La nobleza turingia se resistió a ello, lo cual provocó una larga sucesión de hostilidades militares entre padre e hijos.
Sólo después de su muerte Alberto dividió sus territorios entre sus hijos legítimos.