Los riesgos para la salud asociados con la enfermedad están por lo general limitados a los viajeros que visitan regiones endémicas y adquieren la infección: esta es la razón por la que C. cayetanensis ha sido etiquetada como una de las causas de la "la diarrea del viajero".
En el medio ambiente (2), se produce la esporulación después de días o semanas a temperaturas entre 22 °C y 32 °C, resultando en la división del esporoblasto en dos esporoquistes, cada uno conteniendo dos esporozoitos alargados (3).
Estas células hijas pueden infectar nuevas células del huésped e iniciar una nueva ronda de merogonia, o pueden seguir una vía sexual a través de gametogonia: algunos merozoitos se convierten en microgamontes masculinos que forman varios microgametos y otros en macrogamontes femeninos (6).
Esto diferencia a C. cayetanensis de Cryptosporidium parvum, un organismo estrechamente relacionado que causa una enfermedad similar, pero cuyos ooquistes son immediatamente infecciosos desde la liberación del huésped.
[1] Esta infección está siendo reportada en forma creciente en numerosos países a escala mundial, incluyendo Guatemala, Venezuela, Nueva Guinea, Cuba, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Haití, Colombia, Turquía, Perú, Vietnam, Nepal, Egipto, entre otros.
En áreas endémicas es frecuente la presencia de portadores sanos, que no manifiestan ningún síntoma.