En la mitología nórdica, Dáinn, Dvalinn, Duneyrr y Duraþrór eran cuatro ciervos mencionados en la Edda poética que pastaban bajo las ramas de Yggdrasil.
[1] Se citan como los espíritus de cuatro enanos con el mismo nombre que adoptan esa forma para llegar a las ramas más altas.
[2]