La propuesta fue impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como parte del Año Internacional de las Montañas celebrado en 2002.
[2] El objetivo de esta proclamación es aumentar la conciencia sobre la importancia de las montañas, abordar los problemas ambientales que las afectan y promover acciones para su protección y desarrollo sostenible.
[3] Este día se celebra cada 11 de diciembre, fecha que coincide con la conclusión del Año Internacional de las Montañas en 2002.
[1] Las montañas, que albergan la mitad de la biodiversidad mundial[4] y suministran agua dulce a más de la mitad de la población global,[5] son fundamentales para la vida en la Tierra.
Sin embargo, están amenazadas por el cambio climático y la degradación ambiental, lo que afecta tanto a los ecosistemas como a las comunidades que dependen de ellas.