El Día Internacional del Beso se celebra el 13 de abril de cada año, una fecha que surgió gracias al beso más largo de la historia, que duró 58 horas y que fue protagonizado por una pareja tailandesa durante un certamen.
[1] En muchas ciudades, diversos tipos de concursos se organizan este día en los que los participantes deben establecer registros de besos.
Por otro lado, el 6 de julio se conmemora el Día Internacional del Beso Robado, que es una celebración diferente.
[2][3] La idea detrás del Día Internacional del Beso es recordar a las personas el simple placer asociado con el beso por el beso mismo, a diferencia del besarse como mera formalidad social o como preludio de las relaciones sexuales o de otras actividades.
El besarse puede ser una experiencia gozosa y placentera por sí misma.