La idea surgió de Harvey Ball, artista comercial, creador de la Smiley Face.
[2] En el año 2001, el creador de la Smiley Face falleció pero se creó la Harvey Ball World Smile Foundation, en honor al diseñador.
A partir de ese año la fundación es patrocinadora del Día Mundial de la Sonrisa.
Cada año se recaudan fondos para obras de caridad.
Se fomenta la alegría y buenas obras en todo el mundo, también que por un día, por lo menos, seamos amables con todo el mundo para contagiarlos.