El día del plato único hace referencia a la imposición por ley en España —mediante circular del gobernador general del Estado a los gobernadores regionales—[1] que se estableció durante la Guerra civil española por el bando sublevado, mediante el cual los restaurantes, los mesones y cualquier hotel establecimiento hostelero durante los días 1 y 15 de cada mes se servía un plato único pero se cobraba entero.
[4] Tuvo sus orígenes en el Eintopf, originario de la Alemania nazi.
La existencia del día tuvo mucha propaganda por la radio, anuncios en prensa, carteles en lugares públicos, etc.[7] La recaudación se hacía en los establecimientos hosteleros y en las casas familiares.
[8] El Día del Plato Único se justificaba en la necesidad de las múltiples atenciones benéficas a que un estado «moderno y católico» debía hacer frente para que «no quede ningún ciudadano suyo sin alimento diario y recoja en su seno a los huérfanos para hacer de ellos hombres amantes de Dios y de su patria».
Para promover las donaciones se instaba a los gobiernos locales a que desplegaran una amplia campaña de propaganda que podía incluir la organización de banquetes o fiestas del Plato Único.