El primer sistema WDM en combinar dos señales portadoras hizo su aparición alrededor de 1985.
No obstante la capacidad teórica de una sola fibra óptica se estima en 1600 Gbit/s.
Los proveedores han descubierto diversas técnicas para comprimir 32, 64 o 128 longitudes de onda en una fibra.
En segundo lugar, los láseres de precisión deben mantener los canales en el objetivo exacto.
Esto casi siempre significa que estos láseres deben operar a una temperatura constante.
De esta manera, es posible combinar más canales reduciendo el espacio entre ellos.
Los sistemas de señalización sin amplificar mantienen los costes iniciales bajos y aún pueden mantener una alta tolerancia a las pérdidas.
Siempre que se utilice una señal no amplificada existe una compensación entre la capacidad y la distancia.