[2][3][4] La película que presentó como tesis, La selva furtiva (1980), fue nominada al premio Ariel, máximo galardón de la industria del cine mexicano, otorgado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
[5][6] Ha colaborado con artículos, críticas y textos en diferentes medios impresos nacionales e internacionales, tales como: Alforja, El Ángel, El Búho, Cambio, Casa del Tiempo, Casa de las Américas, Ciencia y Desarrollo, Crónica, El Cuento, «La Cultura en México» —suplemento cultural de la revista Siempre!—, La Gaceta del Fondo de Cultura Económica, La Orquesta, La Palabra y El Hombre, Intermedios, «México en la Cultura» —suplemento cultural de Novedades—, Milenio, Nitrato de Plata, Omnia, Periódico de Poesía, Posdata, Revista de la Universidad de México, Revista Mexicana de Cultura, «Sábado» —suplemento de Unomásuno—, Textual, Tierra Adentro, Tribu y Vuelta.
[7][8] Sus obras lo han convertido en ganador de varios premios literarios y algunas de ellas han sido traducidas a diferentes idiomas.
[6][9] González Dueñas ha recibido varios reconocimientos por su obra.
A nivel nacional recibió el Premio Punto de Partida en 1982 y 1983 por sus obras teatrales A lo mejor todavía y El espacio discreto; el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino en 1982 por Apuntes para un retrato de Alejandra; el Premio Nacional de Novela José Rubén Romero 1987 por Semejanza del juego; el Premio Nacional de Poesía Ciudad de La Paz en 1988 por La raíz eléctrica; el Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí en 1995 por La llama de aceite del dragón de papel, el Premio Nacional de Poesía Sonora Bartolomé Delgado de León en 1997 por Descaro de la máscara, otorgado durante los Juegos Trigales del Valle del Yaqui; y el Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas en 1998 por Las figuras de Julio Cortázar.