[2] Su pensamiento, de carácter interdisciplinar, abarca desde la epistemología a la filosofía política y las relaciones internacionales.
También son sumamente destacables sus análisis sobre los nuevos modelos de guerra amparados por filosofías morales universalistas, tanto las expresamente religiosas como las presuntamente laicas.
El pensamiento de Zolo se enmarca en la línea del convencionalismo continental (Pierre Duhem, Henri Poincaré, Otto Neurath, Abel Rey, Ludwik Fleck, etc.), al que él mismo ha contribuido de forma original y relevante, encabezando una línea alternativa al naturalismo metafísico.
Zolo también es un firme crítico del posmodernismo, al que considera una moda pasajera, inconsistente e ineficiente para el análisis.
Propuso reiteradamente que la única alternativa para posibilitar un horizonte democrático dadas las circunstancias socioeconómicas y políticas actuales es la de establecer un sistema neowestfaliano.