Comienzan a aparecer distintas propuestas escénicas como la opera, el cancán, los bailes excéntricos, danzas mexicanas, espectáculos de variedades, etcétera.
[1] A principios del siglo XX se desarrolló un movimiento cultural con tendencias modernistas caracterizado por una búsqueda constante de la recuperación del nacionalismo mexicano, que se reflejó después de la revolución.
Durante el sexenio de José López Portillo (1976-1982) se especulaba gran abundancia financiera respaldada en los recursos petroleros, lo que dio paso a un acceso mayor de las clases medias a la cultura y al arte.
Las características principales de la danza contemporánea en México están directamente relacionadas con el movimiento que se dio a nivel internacional.
La entrada del género masculino a la danza, es otro factor característico, pues se rompía con estereotipos sobre la ocupación que los hombres podían tener en el ámbito laboral o deportivo.
Antares Danza Contemporánea, compañía independiente radicada en Hermosillo, Sonora, se ha dedicado durante 30 años a indagar en las pasiones y en la animalidad del alma humana para trasladar sus hallazgos al escenario, de la mano de su director y fundador Miguel Mancillas.
La obra de la compañía se caracteriza por un natural impulso a precipitar soluciones formales y a no demorarse excesivamente en los desarrollos, lo que los convierte en acertados dramaturgos y coreógrafos de piezas cortas, con un apreciable dominio técnico.
Se ha presentado en festivales de México, Canadá, Estados Unidos, Colombia, Cuba e Italia.