Datación

Algunos ejemplos bien conocidos de ciencias o actividades que recurren a uno o más métodos de datación son: la historia, la arqueología, la geología, la paleontología, la astronomía e incluso la criminalística (para determinar, por ejemplo, cuándo un crimen ha sido cometido).

Efectivamente, en los antiguos documentos romanos en latín las data eran cartas precedidas por el lugar y la fecha en que habían sido producidos.

Estos recurren a la ordenación en el tiempo de los materiales según su posición en el medio terrestre.

Este sería pues un método simplemente deductivo y claramente relativo ya que no se pueden situar los elementos a datar en una escala cronológica.

Año tras año, los árboles van aumentando el diámetro de su tronco debido al paso del invierno para protegerse del frío y fortalecer su crecimiento (pudiendo ser este proceso más o menos notable), generando con ello nuevos anillos.

Estas variaciones deben haber alterado las condiciones climáticas del planeta y por tanto se verán reflejadas cronológicamente en el medio, aunque los resultados obtenidos son ambiguos.

Estos son los que aportan los datos más antiguos destacando los métodos de datación radiométrica.

Se basan en determinar en las rocas las trazas de elementos radiactivos que contienen.