El día de los hechos, cuando Eric Harris y Dylan Klebold abrieron fuego en las afueras de la cafetería, Sanders, al notar que varios estudiantes se precipitaban hacia la ventana al oír los disparos, se asomó también y vio a los dos chicos armados, por lo que, ayudado por dos intendentes del instituto, dio la alarma a los demás estudiantes.
Gracias a su accionar se salvaron muchas vidas, pues la cafetería ya estaba casi vacía para cuando los tiradores entraron.
Una alumna, Deidra Kucera, pegó en una ventana el ya famoso cartel que decía "1 bleeding to death" ("1 se está desangrando"); sin embargo, el mensaje no era muy claro y estaba posicionado donde nadie alcanzaba a verlo.
Recibió varios reconocimientos póstumos, como el premio Arthur Ashe al Valor; además, el campo de softbol del instituto y una beca escolar fueron bautizados con su nombre.
Dave fue enterrado en el Littleton's Chapel Hill Memorial Gardens,[3] junto a otras víctimas de la masacre como Rachel Scott y Cassie Bernall.