Esta acción le valió ser encarcelado, junto a muchos otros sindicalistas.
Con el golpe de Estado que dio lugar a la Guerra Civil en julio de 1936, fue nombrado secretario interino del Comité Nacional de la CNT, cargo que mantuvo hasta septiembre, cuando fue reemplazado por Horacio Martínez Prieto.
Participó en el grupo anarcosindicalista que solicitó a Buenaventura Durruti que se dirigiera a participar en la defensa de Madrid.
Nombrado secretario general de CNT en la capital de España, se desplazó a Francia en la misión de convencer a Gastón Leval para que suministrase armas a los republicanos.
Allí fue juzgado en un consejo de Guerra sumarísimo y condenado a muerte, siendo conmutada la sentencia más tarde por treinta años de prisión.