Considerado un «camisa vieja», fue un miembro fundador del Sindicato Español Universitario (SEU) y llegó a formar parte de su dirección.
[3] Algunas versiones cuentan que tras el estallido de la Guerra Civil fue detenido por milicianos republicanos, aunque no fue reconocido y con posterioridad lograría escapar.
Algunas versiones dicen que realizó también misiones para el Servicio de Información y Policía Militar (SIPM).
Acabada la guerra, pasaría a desempeñar diversos puestos políticos aunque en abierto desacuerdo con las ideologías de Franco, generándole muchas enemistades poderosas.
En muchos escritos publicados, así como en diversos discursos políticos públicos, se mostró desilusionado con la forma en que Franco se adueñó del SEU y lo utilizó para fines políticos ajenos a los que fue fundado,[7] siendo muy crítico respecto a la fusión de este con el Frente de Juventudes[8] o a la manera en que Franco permitió al Opus Dei infiltrarse en la política.
Para evadir el clima político en su contra y la peligrosa posibilidad de ser asesinado (como contaría más tarde su amigo y compañero Rafael García Serrano) decidió alejarse de todo alistándose en la División Azul,[9] llegando a combatir en el Frente oriental.
Dejó publicados varios libros: La rebelión de los estudiantes (1953), Madrid, capital republicana (1976), Gibraltar decidió la guerra (1978).