David Lopez Ribes es Premio de las Academias Pontificias 2012, otorgado por el Papa Benedicto XVI por su contribución al desarrollo del humanismo cristiano en el arte contemporáneo.
Son obras de carácter espiritual y trascendente, que están claramente influenciados por su vida personal.
En agosto de 1997 se traslada a París, donde residirá hasta el año 2000, periodo en el que colabora en la gestión Cultural del Instituto Cervantes de París y realiza sus primeras exposiciones individuales en Francia.
[11] Dicha exposición ha sido presentada en el Instituto Cultural El Brocense,[12] en Lisboa y también en Cáceres, donde López ofreció la charla inaugural.
[13][14] Su obra está presente en colecciones públicas y privadas nacionales e internacionales.