En total fueron 450 conciertos recorriendo cada provincia argentina, lo que dio fruto a este legado cultural.
Poetas, maestros, alumnos, músicos, y la tierra misma, juntos en una película auditiva fascinante.
"…y que se acaben los ruidos en la frontera por un puñado de tierra no quiero guerras".
que la América sea sólo un pilar".La dirección y producción musical estuvo a cargo de Gustavo Santaolalla.
Fue quizás el primero que integró la tecnología MIDI a la música tradicional.
A diferencia de los siguientes tres volúmenes, este primer disco fue grabado enteramente en estudio.
La edición se complementa con una descripción de las distintas canciones y danzas de la música tradicional criolla argentina y, para finalizar, se describen e ilustran los instrumentos autóctonos criollos e indígenas.