Aunque sí que se han conservado las fotos fijas del rodaje y la publicidad.
La estrella americana Betty Compson ganó la astronómica cifra de 1000 dólares por semana.
Como consecuencia, pierde la memoria y olvida por completo a la corista.
Terminada la guerra, vuelve a Inglaterra y se casa con una dama de la alta sociedad.
Todo va bien hasta que la corista reaparece en su vida con un supuesto hijo de ambos y una niña.