Deforestación durante el Imperio romano

La expansión romana marca la transición en el Mediterráneo de la prehistoria (alrededor del año 1000 a. C.) al período histórico que comienza alrededor del año 500 a. C. La Tierra sostuvo a unas pocas millones de personas hace 8,000 años, y está todavía era fundamentalmente prístina, pero Roma impulsó el desarrollo humano en Europa occidental y fue uno de los principales contribuyentes en la deforestación alrededor del Mediterráneo.

[4]​[5]​ La madera era una fuente primaria de calefacción, y se usaba ampliamente en la industria romana.

El combustible a base de madera constituía aproximadamente el 90 por ciento del consumo total, y fue un factor importante en la deforestación romana.

Finalmente, estos centros cerrarían y se mudarían a otras áreas dentro del territorio romano para repetir el mismo ciclo de deforestación, abasteciendo a una demanda creciente de población y consumo.

Por otra parte, algunos agricultores se vieron obligados a luchar en lugar de cuidar la tierra.

El propio Julio César ordenó a sus tropas la tala de bosques para evitar posibles ataques furtivos.

[9]​ La deforestación aseguraba que los bosques no pudieran proporcionar cobertura ni camuflaje a los enemigos de Roma.

El transporte era costoso, pero se necesitaba un número creciente de barcos para mantener el dominio naval.

La limpieza y el arado regulares agotaron el suelo existente, lo que finalmente lo volvió infértil.

[14]​ La erosión se aceleró hasta veinte veces más en el siglo III, creando pantanos inutilizables, los cuales propagaban enfermedades como la malaria.

El reciclaje de cristalería se practicó junto con el diseño arquitectónico que promovía la calefacción solar.

[17]​ Desafortunadamente, estos intentos pudieron no ser suficiente y se practicaron demasiado tarde.

[21]​ Algunos sostienen que casi todo lo anterior se basa en una proyección no histórica de las preocupaciones actuales sobre el pasado.

Cultivos de árboles, dátiles, higos, aceitunas, castañas, etc., jugaron un papel muy importante en la agricultura romana.

Por otra parte, los hipocaustos fueron preadaptados para quemar combustibles de baja calidad como la paja y el carbón.

Los cambios en la cubierta arbórea bien pudieran haber surgido de las diferencias en el clima, las cuales todavía no se comprenden bien.

Sin embargo, si hay alguna evidencia de que el declive del occidente romano está relacionado con el cambio climático.