Cuando Truman descubre la verdad sobre su existencia, intenta encontrar una escapatoria de aquellos que lo han controlado durante toda su vida.
El escritor Philip K. Dick ha escrito relatos cortos y, en especial, una novela, Tiempo desarticulado (Time Out of Joint), de 1959, en la que el protagonista vive en un mundo artificial en el que pagan a su «familia» y a sus «amigos» para mantener los delirios.
Los trastornos delirantes de tipo persecutorio, por ejemplo, habitualmente están relacionados con la psicosis.
Un estudio retrospectivo llevado a cabo en el 2008 mostró el modo en el que el contenido de los delirios ha ido evolucionando con el paso del tiempo, desde temas religiosos o mágicos, hasta temas políticos e incluso técnicos.
El psiquiatra Joseph Weiner ha observado que: « [...] en la década de 1940, los pacientes psicóticos habrían expresado delirios en los que sus cerebros estaban controlados por ondas electromagnéticas; ahora, los pacientes delirantes suelen quejarse por tener chips informáticos implantados en sus cuerpos».
Los delirios de The Truman Show no están reconocidos oficialmente y no son parte del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.
Los hermanos Gold no afirman que este sea un nuevo diagnóstico, pero hacen referencia a este como «una divergencia en los delirios de persecución y de grandeza conocidos».