Su predecesor, Mariano Moreno García OSA presidió la consagración episcopal el 10 de mayo del mismo año, acompañado por el arzobispo emérito de Paraná, el cardenal Estanislao Esteban Karlic, y el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello.
[3] Como obispo de Cafayate, monseñor Jiménez fue muy crítico con los políticos de la región, a los que responsabilizó del avance del narcotráfico en su diócesis.
¿Será inexorable, será inevitable que el narcotráfico se establezca entre nosotros?, ¿Lo permitiremos como sociedad?, ¿Cuántas familias destruirá, cuantas se llevó ya por delante?, ¿Cuántas vidas devorará, cuantas ha devorado ya?
¿Quiénes serán sus cómplices o están ya siéndolo?, ¿Quiénes se hacen cargo de nuestros hermanos adictos, de las madres que no pueden contenerlos o de padres que no saben qué hacer?».
[4] Falleció en Buenos Aires, donde llevaba tiempo siendo tratado del cáncer que padecía desde hacía más de un año.