El Derecho territorial tiene como objetivo de estudio los diversos aspectos legales que conciernen al Estado respecto a su territorio, normas jurídicas de Derecho interno, que en muchos casos se encuentran sujetas a normas de Derecho internacional.
El territorio de un Estado está compuesto por: Dentro del espacio marítimo, también se consideran las aguas archipelágicas cuando el Estado posee territorio insular, o en el caso de tratarse de un País insular o Estado archipelágico, cuya soberanía se extiende: a las aguas encerradas por las líneas de base archipelágicas y al espacio aéreo que se extiende sobre ellas, a su lecho y subsuelo, y a sus recursos.
El territorio de un Estado suele estar dividido en diversos ámbitos territoriales, los cuales, a su turno, se subdividen en otros ámbitos y así sucesivamente, en varios niveles de organización territorial.
Las funciones y los métodos para designar las autoridades resultan, por lo tanto, sumamente variables, dependiendo si el Estado soberano es un estado federal, unitario o algunos tipos intermedios.
El Estado que pierde su territorio desaparece, pues ya no cuenta con un espacio físico donde hacer valer su poder.