Es precisamente esa obligación la que define, concreta y sustancia el derecho invocado.
Si tal obligación queda vaga e imprecisa, el derecho mismo estará aquejado por idéntica fragilidad, por mucha que sea su significación en el plano del ideal político o incluso antropológico.
Así ocurre en proclamas tan justamente célebres como "el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad".
¿Qué obligaciones concretas de los poderes públicos o que reparaciones inteligibles pueden ser establecidas para implementar tales derechos?
Debe quedar claro que esta segunda categoría no priva de interés e importancia a los derechos humanos más generales y ambiciosos.
La especial protección de los domicilios es un rasgo propio del derecho anglosajón, con implicaciones en el concepto de defensa propia (castle doctrine, a man's home is his castle - "Assembly, No.
159, State of New Jersey, 213th Legislature, The "New Jersey Self Defense Law", fuente citada en Castle doctrine-) y en la propia definición de democracia: en un tópico atribuido a Winston Churchill, el sistema en el que si llaman tu casa de madrugada, no debes preocuparte, porque será el lechero (Democracy means to know that when somebody rings at the door of your house in the morning it is the milkman -Rolandis, Debate en el Consejo de Europa, pg.