[1] La larva de estos escarabajos se alimenta de material animal muerto y seco, incluidos cadáveres, carne y pescado secos y partes del cuerpo como huesos, pelo, piel y plumas.
Son plagas de los museos, donde se alimentan de especímenes como insectos secos y animales disecados.
También pueden ser útiles en entornos de museos, donde se utilizan para limpiar tejidos de esqueletos.
[2] Algunas especies pueden desempeñar un papel en entomología forense cuando se encuentran en cadáveres humanos.
[1][2] Al 2013 se han identificado alrededor de 92 especies.