La carrera comenzó desde la secuenciación del virus en enero de 2020 y continúa en la actualidad, debido a que las continuas mutaciones del virus, han ido dejando obsoletas las distintas versiones de vacunas sacadas al mercado.
El SARS-CoV-2 (coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave) fue aislado a finales de 2019.
[2][3][4] El desarrollo de las vacunas fue acelerado por una colaboración sin precedentes entre la industria farmacéutica multinacional y los gobiernos.
[15] La vacuna —bautizada Ad5-nCoV— utiliza otro virus (un adenovirus del resfriado común) para introducir en las células humanas la información genética del nuevo coronavirus, con las instrucciones para fabricar algunas de sus proteínas virales y generar de este modo una respuesta inmune, pero sin desarrollar la enfermedad.
[18][19] También se exploraba el camino hacia una vacuna universal contra todos los Coronavirus (CoV) emergentes.
[21] El primer mandatario ruso, Vladímir Putin comunicó que se había administrado la vacuna a su hija, causándole solo una leve fiebre.
Ocho días más tarde, la empresa estadounidense de biotecnología Moderna a su vez anunció que su vacuna era 94% eficaz.
[30] Una semana después, concedieron una EUA para otra vacuna estadounidense basada en ARN mensajero, la de Moderna (ingrediente activo elastomerano ).
[48] No se informó de qué instituciones médicas habían sido atacadas.
[53] Denominada Carnivac-Cov, es una vacuna inactivada para animales carnívoros, incluidas las mascotas, destinada a prevenir las mutaciones que se producen durante la transmisión entre especies del SARS-CoV-2.