En la sexta semana, se vuelven reconocibles las dos regiones de cada otocisto, una dorsal o porción utricular.
El mesénquima que rodea al otocisto se condensa y diferencia en cápsula ótica cartilaginosa.
Conforme crece el laberinto membranoso, aparecen vacuolas en la cápsula óptica cartilaginosa y, seguidamente entran en coalescencia para formar espacio perilinfático relacionado con el conducto coclear convirtiéndose en 2 divisiones: la escala timpánica y la escala vestibular.
La cápsula ótica cartilaginosa se osifica para formar el laberinto óseo del oído interno.
Se establecen de la siguiente manera: A la sexta semana, nace la primera bolsa branquial.
Al nacer este meato acústico es relativamente corto, por ello se debe tener cuidado de no lesionar la membrana timpánica.
[6] La proteína morfogénica ósea (BMP) se expresa a la novena semana, en el margen posterior de la cúpula ótica esta se invagina, y la señal de BMP4 es restringida al foco posterior en la undécima semana.
La separación de la expresión en el foco posterior está regulada por la región ventral, en donde se desarrolla la cóclea lateral en la semana once.