Sus tierras, además de este hecho metafórico, se encuentran altamente desertificadas y son del tipo badlands o baldías.
[2] Según José Manuel Groot, en sus Cuadros y relaciones, para llegar al Desierto, desde Ráquira, se debe llegar a una loma alta, "limpia y pedregosa, veteada de diversos colores, de tierras finísimas, de que hacen loza, y dan colores muy buenos para la pintura al óleo.
[3] El monasterio fue el primero que los monjes Agustinos Recoletos fundaron en América, por iniciativa de fray Mateo Delgado, en 1604.
En sus inicios reunió a varios habitantes que vivían dispersos en las cuevas de los alrededores.
En la actualidad está destinado al noviciado de los religiosos agustinos recoletos y a retiros espirituales, aunque brinda servicio de hospedaje a los turistas, en la parte externa llamada Posada San Agustín.