Este artículo trata la depredación en su sentido más amplio, es decir, cuando un organismo se come a otro.
Los depredadores están en una carrera armamentista evolutiva con sus presas, para las cuales la selección natural preserva constantemente mutaciones ventajosas.
Las adaptaciones antidepredadores incluyen métodos distintos a la cripsis, como el aposematismo y la capacidad de luchar.
Algunos depredadores pueden utilizar todos estos sentidos para localizar a sus presas, mientras que otros pueden depender principal o totalmente de uno solo.
La lechuza común (Tyto alba) depende de los ruidos que emiten sus presas y puede localizarlas con gran precisión.