Detector de bombas de Elitzur–Vaidman

Fue seleccionado por la revista New Scientist como una de las siete maravillas del mundo cuántico.

[6]​ Colocamos una bomba (B) que se interponga en uno de los caminos del fotón.

Si la bomba es falsa, el fotón pasará a través de ella sin ser alterado.

Cuando el estado de un fotón es alterado de forma no determinista, como la interacción con una superficie semiespejada que atravesará de forma no determinista o será reflejado, el fotón se encontrará en una superposición cuántica, por la cual estará en todos los posibles estados y podrá interferir consigo mismo.

Por tanto, hay sólo tres posibles resultados observables: Con este proceso, el 25% de las bombas reales pueden ser identificadas como tales sin tener que detonarlas.

Si la bomba es falsa: Si la bomba es real: En 1994, Anton Zeilinger, Paul Kwiat, Harald Weinfurter y Thomas Herzog realizaron un experimento equivalente al anterior, demostrando que eran posibles medidas libres de interacciones.

[7]​[8]​ También puede argumentarse que esta construcción revisada es simplemente equivalente a una cavidad resonante y el resultado aparece como más lógico de este modo.

Diagrama del detector de bombas. A : emisor de fotones, B : bomba a detectar, C y D : detector de fotones. Los espejos en las esquinas inferior izquierda y superior derecha son semiespejados.