Esta reacción es marcadamente exotérmica y puede prenderle fuego a los materiales combustibles.
El Na2O2 también le prende fuego a un gran número de líquidos orgánicos al contactarlos (específicamente los alcoholes y glicoles), y produce una reacción violenta en la presencia de metales en polvo y numerosos compuestos diversos sin la necesidad de gran estímulo ninguno.
Al calentar a los 512 °C la estructura se transiciona en un paso de simetría no conocida.
El platino o paladio cataliza la reacción y no es afectado por el peróxido de sodio.
En varios puntos se ha usado para extruir los minerales de diversas menas.