Aldana había nacido en 1508 en Extremadura, en la ciudad de Cáceres, donde era grande la devoción a la Virgen Candelaria.
[7] Las danzas tradicionales y obras cortas representadas durante la celebración del Corpus Christi en España habrían sido adoptadas por la iglesia cristiana para enseñar sus doctrinas a los nativos; entonces sus festividades fueron readaptadas al nuevo calendario y sus deidades redefinidas adquiriendo formas demoníacas, representando al mal luchando en contra del poder divino.
Es interpretada en el inicio del carnaval o en las procesiones en honor a un santo por "fraternidades", agrupaciones que incorporan —en algunos casos— varios cientos de participantes.
que hoy forman parte del repertorio nacional en cuanto a obras corales se refiere.
La música asociada a la danza tiene dos partes: la primera que es conocida como la marcha y la segunda llamada la mecapaqueña del diablo, algunas comparsas tocan solo la primera melodía o comienzan con la mecapaqueña en el cuarto movimiento (de a cuatro).
[10] A partir de la segunda mitad del siglo XX el "diálogo", es omitido concentrándose únicamente en la danza.
Al inicio de la comparsa están Lucifer y Satanás con varias China Supay o diablescas.
Todos ellos están dirigidos por Arcángel San Miguel, con blusa de seda blanca, falda corta, espada y escudo.
Un detalle interesante al respecto es revelado por un autor, pues es muy común adornar las caretas de la Diablada con víboras, lagartos y sapos, por ser considerados estos animales como "símbolos sagrados" por los Urus.
Principales manifestaciones folclóricas en Bolivia: También es representada en otras partes del mundo donde emigraron orureños o demás bolivianos, es por ello que en lugares fronterizos con Bolivia se han llevado los trajes y música desde hace varios años.
La banda de Pedro Pablo Corrales viajó a Puno en 1918 contratada por la comparsa Los Vaporinos.