Así, él llegó a La Habana en noviembre de ese año.
Una de las medidas más conocidas de Viana fue su traslado de la población del Cayo a otra ciudad y las disputas entre alcaldes y curas respecto a la mejor ciudad en la que asentar a la población.
Sin embargo, tras la llegada de Viana y del obispo, D. Diego Evelino de Compostela, quien había llegado con ese a Cuba, decidió el traslado de la población a un lugar llamado Cupey, y el gobernador Viana aprobó esta elección.
Sin embargo, tras el nombramiento de Manuel Rodríguez de Arziniega como Alcalde y al Cura González como el consejero espiritual de ese, se dieron más problemas en cuanto al lugar elegido por Viana para asentar a la población, pues los dos rechazaron ese lugar.
Sin embargo, los dos hombres deliberaron sin resultado hasta el año 1689, cuando la administración del gobernador Viana llegó a su fin.