Diego Martínez nacido como Diego Martín Serrano García, el 2 de julio de 1542 en Ribera del Fresno (Badajoz), jesuita, misionero, teólogo, místico y confesor extremeño en el Perú colonial.
Allí ofició de coadjutor temporal, portero, despensero y sacristán en varios colegios.
Durante su permanencia en Sanlúcar, hasta cuatro veces fueron embarcados y desembarcados para viajar.
Aunque el capitán le ofreció al P. Acosta llevarlo en otra nave, prefirió permanecer con el hermano Martínez que estaba enfermo y, de esta manera, ofrecía ayuda y consuelo al resto de la tripulación.
Para ello incluso escribió, con la ayuda de los también jesuitas Samaniego y Sánchez, catecismos en esos idiomas.
Durante los siguientes años ejerció de Rector en varios Colegios (el Cercado, la Plata, Cuzco).
Hablaba con Dios, con la Virgen, con Ángeles y Sanctos con la familiaridad que con su padre espiritual.
Sintiose después de la en su celda olor celestial que exhalaba su venerable cuerpo.
Aseguraban haber visto al padre Martínez suspendido en el aire mientras rezaba en la intimidad de su celda “de manera que al principio no reparando en el dicho padre y entendiendo que no había nadie en la celda pasó por debajo de él hasta que cerrando la celda le vio en alto levantado y admirado de lo que había visto se estuvo en un gran rato mirándole”.
Muchos otros juraron haberlo visto elevado un palmo del suelo mientras oficiaba misa.