A temperatura ambiente se encuentra en estado líquido, es inflamable, incoloro, y además una de las neurotoxinas más potentes conocidas.
Es extremadamente peligroso, ya que en seres humanos, una absorción del orden de 0,1 mL tiene consecuencias fatales.
El dimetilmercurio atraviesa con mucha facilidad la barrera hematoencefálica, probablemente gracias a la formación de complejos con la cisteína, y el proceso de eliminación por parte del organismo es muy lento, por lo que tiende a bioacumularse.
Este compuesto atraviesa látex, PVC, butilo y neopreno muy rápidamente (en cuestión de segundos), siendo absorbido a continuación por la piel, por lo que la mayoría de guantes usados en laboratorio no proporcionan una protección adecuada ante este compuesto.
La diferencia probablemente radicó en que ella confió excesivamente en la protección brindada por los guantes y no se los quitó inmediatamente a pesar de haber visto varias gotas sobre ellos, sino que decidió hacerlo varios minutos después, dando tiempo a la filtración y absorción.