Los diola empezaron a establecerse en el territorio que actualmente ocupan desde comienzos del siglo XVI.
Los sentimientos secesionistas de Casamance han existido desde los tiempos coloniales durante los que los diolas se resistieron a la influencia francesa.
Las diferencias son enormes en muchos aspectos: idiomáticas, culturales, religiosas (mientras que en el resto del país más del 80 por ciento de la población es musulmana, los diolas y otros pueblos de Casamance han mantenido su religión tradicional o el cristianismo.
El tal "colonialismo interior" producía desigualdades socioeconómicas excesivas entre los grupos étnicos y, como resultado, las gentes perjudicadas consideran que su región está dominada políticamente, y económicamente se consideran explotados por el colonizador interior, eso es, por su gobierno.
Casamance y Gambia compartieron ambos una experiencia común: la dominación por parte del Estado de Senegal.
Además, la proximidad geográfica con Banjul hacía más fácil el transporte y menos caro.
Es por esto, por lo que los diolas, piden que se les permita explotar sus propios recursos económicos terminando con el colonialismo interior y se acabe con el abandono en términos de infraestructura y educación.
La región se ha calmó desde finales de 1995 cuando el MFDC pidió un nuevo alto el fuego.
Los rebeldes están más interesados en lograr un tratamiento igual y en el desarrollo de su región que en independencia completa.
Casamance se ve favorecido con 2 a 3 veces más lluvia que el norte de Senegal.