En el discurso, Arana concretó su proyecto político para lograr una Bizkaya independiente de España —en aquel momento se refería a Vizcaya más que a Euskeria o a Euskalerría, «en primer lugar porque no dudaba del liderazgo de Vizcaya en el país vasco, y por otro lado era lo que tenía más próximo y donde vivía; también porque siempre pensó en Euskeria o Euzkadi [un vocablo inventado por él más adelante] libre como una confederación de estados con incorporación y secesión voluntarias».
El Domingo de Resurrección de 1882, cuando tenía 17 años, se produjo su «conversión» del carlismo al nacionalismo bizkaitarra gracias a que su hermano Luis Arana lo convenció —un hecho que en 1932, cuando se cumplieron 50 años del acontecimiento, el PNV celebró como el primer Aberri Eguna o Día de la Patria Vasca.
En 1892 publicó Bizkaya por su independencia, obra que representa el acta de nacimiento del nacionalismo vasco.
Al año siguiente, fundó el Euskeldun Batzokija, el primer batzoki, un centro nacionalista y católico integrista muy cerrado, pues solo contó con un centenar de socios por las rígidas condiciones de ingreso.
[3] En el discurso de Larrazábal Arana explicó que el objetivo político del libro Bizcaya por su independencia era «instruir a los bizkainos en aquella parte de la historia patria cuyo conocimiento le es necesario y despertar de esta manera en sus almas el sentimiento patrio», pues España no era su patria sino Vizcaya, lanzando el lema Jaun-Goikua eta Lagi-Zarra (JEL, 'Dios y Leyes Viejas'), síntesis de su programa nacionalista.