La DTM se caracteriza por un aumento generalizado de la tensión en áreas laríngeas y paralaríngeas, que desencadena un patrón vibratorio hiperfuncionante de las cuerdas vocales y bandas ventriculares.
Perceptualmente, la voz típica del paciente con MTD tiene un aspecto áspero.
[5] El segundo aspecto del examen que debería recibir mayor atención es la manifestación de tensión elevada en la base de la lengua y el cuello anterior.
Las denominadas disfonías son afecciones que requieren un abordaje interdisciplinario.
[6] La farmacoterapia sistémica ofrece poco alivio de la sintomatología y el manejo quirúrgico con sección del nervio laríngeo recurrente ofrece resultados favorables pero temporales, con mejoría a los tres años de sólo el 36% y únicamente 3% con adecuada calidad de la voz.
La toxina botulínica se inyecta en los músculos afectados por la distonía y los debilita.