Por extensión, la dispensa es el documento que se expide al solicitante para hacer valer y mantener un registro de esta autorización.
Tiene este derecho por su primacía y la plenitud de su poder apostólico (concedido a Pedro por Jesús).
Se obtuvo la dispensa, pero cuando Enrique VIII pidió más tarde una para su divorcio, fue rechazada, causando su cisma con Roma.
Esto pasó a considerarse un abuso y el número de relaciones prohibidas disminuyó.
Inocencio III, en el IV Concilio de Letrán (1215), limitó tanto la afinidad como la consanguinidad requiriendo una dispensa al cuarto grado.