Luego fue trasladada al Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú en Pueblo Libre, Lima.
Se contó con el apoyo incondicional y respaldo del señor Carlos Malpica Rivarola, senador por Cajamarca quien en todo momento brindó su desinteresado trabajo.
Don Ernesto Henckell resaltó el hecho de que pocos días después de que don Manuel Pardo Ugarteche firmará esta ley, un golpe de Estado del general Ricardo Pérez Godoy cortó su gobierno constitucional por lo que un retraso podría haber impedido su promulgación.
Los primeros inmigrantes fueron las familias Oviedo, Olaya y Yacila, así como las familias que habitaban El Charán y Corrales quienes se dedicaban al llenado de sacos de carbón.
Asimismo se comenzó a explotar masivamente el pez espada, el atún y los langostinos que lo convirtieron en el principal puerto exportador de la especie en el Perú.
Después del cese de esta empresa llega CONULSA de un extranjero apellidado Comallier que se dedicó a la compra, procesamiento y exportación del langostino.
Con la desaparición de PROMARESA llegaron las empresas Refrigerados INYSA, Crianza y exportación, Langostinera Géminis, La Brillante, Refrigerados Tumbes, Del Mar S.A. AcquaTumbes y Empacadora Nautilos de don Fernando Galleno Montoya.
Esto motivo a que otras familias atraídas por las ricas pasturas de sus campos y por la abundante caza de palomas y venados, imitando a Don Manuel se animan a asentarse en la zona, por lo que los señores Tranquilino Ávalos, Mardoqueo Feijoo y Pablo Noriega, junto con sus familias se asentaran en ese lugar que tan bien los acogía, siendo seguidas por otras muchas familias más.
Desde ahí las únicas vías de comunicación con otras poblaciones eran hacia corrales, a través de la hoy quebrada Coloma y hacia Zorritos por la quebrada Charán II saliendo por el actual pueblo de Grau, a donde los pobladores charanenses acudían a adquirir víveres, medicina, herramientas, municiones, entre otros.
La ganadería de ese entonces que en su mayoría era de ganado vacuno y caprino era abundante, realizándose la venta del ganado por lotes o partidas a los grandes comerciantes de Corrales, Zorritos y al Ejército Peruano; no fue sino hasta los años 40s en que dicha ganadería comenzó a decaer, debido a las grandes sequías que mermaron el abundante pasto del sector, con la consecuente baja de la ganadería.
Las grandes sequías que azotaban nuestra región, motivo a que muchos de los pobladores del Charán buscaran nuevas fuentes de ingreso, encontrándolo en el comercio que había en la costa con la llegada de las tropas del Ejército Peruano, acantonadas en el actual distrito de La Cruz quienes venían del sur, para defender nuestras fronteras en el conflicto que había en ese momento con la vecina república del Ecuador.
La Cruz se haya asentada en la franja costera cercana al mar, a una altitud promedio de 5,00 m s. n. m. Los recursos hídricos de La Cruz, están conformados por las quebradas Coloma, Urbina, y Charán.
[1] Además de su capital, Caleta La Cruz, el distrito tiene los siguientes centros poblados: La Cruz, comprende un ecosistema especial que alberga una gran diversidad y riqueza de fauna, denominado Bosque seco de lomadas y colinas, el cual se localiza en el sistema de lomadas y colinas que van desde el nivel del mar, hasta aproximadamente 500 m s. n. m. El Charán, es una zona considerada como tierra apta para pastoreo, ya que son tierras no aptas para cultivo en limpio ni permanente, presentando condiciones para pastos naturales temporales adaptados a las condiciones ecológicas del medio.
Las principales especies extraídas en La Cruz son el bereche, el machete de hebra, la merluza o el carajito.
Majestuosa caleta es mi tierra La Historia siempre pregona sin cesar Que nuestros ancestros dejaron La Cruz de un Pizarro invasor (bis)