Las personas del colectivo LGBT+ en Tonga se enfrentan a ciertos desafíos legales y sociales no experimentados por otros residentes.
El gobierno tongano exige que todas las referencias religiosas en los medios de difusión se ajusten a las creencias cristianas convencionales.
[3] Muchos tonganos homosexuales emigran a Australia o Nueva Zelanda para vivir una vida más abierta que tal vez no puedan experimentar en su país.
[5] Según el fiscal general, a partir de 2016, nunca hubo condenas por sodomía por actividad consensuada del mismo sexo.
[6][7][8][9] La llegada de los misioneros europeos a fines del siglo XVIII cambió rápidamente la aceptación social, y se promulgaron las primeras leyes contra los homosexuales en Tonga.