Para 1964, la mayoría de los fabricantes comenzaban a ofrecer automóviles comunes con opciones deportivas e incluso a diseñar nuevos deportivos, lo que principalmente detonó con la introducción del Pontiac GTO en 1964 y con el lanzamiento del Ford Mustang en el mismo año.
Apareció en el otoño de 1965 ya como modelo 1966, así que la primera generación del Charger salió al mercado en 1966.
La ventana lateral se diseñó un poco cuadrada, similar a las del los Chevrolet Chevelle de 1970-72, además solamente estuvo disponible como Hardtop.
[6] Dodge esperó hasta 1966 para unirse a la "manía" del fastback iniciada por el Mustang y el Barracuda, pero llegó con algo más de fuerza que los otros podrían soñar.
Al estar basado en la plataforma mediana del Coronet, el Charger agregó una incómoda línea del techo fastback, mejorada por los pilares C barridos, faros ocultos y unas luces traseras completas a lo largo de toda la zaga.
El interior era una obra de arte con cuatro asientos tipo baquet, consolas disponibles en el frente y en la parte trasera e indicadores completos.
Más adelante, esa garantía era inválida si el coche estaba “sujeto a cualquier operación extrema”, como por ejemplo, en carreras de arrancones.
Mientras que el Charger era relativamente no amado en su primera iteración, sobrevivió a la prosperidad en su segunda generación.
[1] Ese año vio la introducción del Magnum 440 en la línea como el motor estándar en el paquete R/T, mismo que era el más grande de Chrysler, el cual producía 375 HP (380 CV; 280 kW).
Era más barato que el Hemi, podía seguir corriendo bien hasta alrededor de 60 mph (97 km/h) y era más fácil de ajustar y correr en la calle, pero para las carreras serias, el Hemi seguía siendo el rey.
El interior mejorado tenía asientos tipo baquet delanteros envueltos en vinilo, con una consola central acolchada opcional, un reloj "rallye" y bolsillos guarda mapas.
En ese mismo año, se vio al Charger Daytona con un spoiler masivo y un morro aerodinámico; ningún otro coche podía igualar la velocidad máxima, estableciendo un récord de 200 mph (322 km/h) con su motor estándar de 440 plg³ (7,2 litros) y el Hemi opcional.
El motor Slant-six se agregó a la gama inexplicablemente y alrededor de 500 unidades fueron vendidas.
El motor estándar era el V8 de 318 plg³ (5,2 litros) con la opción del "slant-six", que aparentemente fue incluido en versiones 500.
[16] En 1971, la nueva generación tuvo su debut y fue rediseñado completamente para diferenciarlo del Coronet, ya que tenía una división en la parrilla en dos secciones y una carrocería más redondeada, rodeada por un grueso bocel en el mismo color de la carrocería, o cromado según la versión.
La serie 500 venía con butacas envolventes, mejores terminaciones y como opcional, el motor de 383 plg³ (6,3 litros) con 275 HP (279 CV; 205 kW).
Un alta gama de colores vivos estaba disponible, desde el “Green Go” (verde) hasta el “Citron Yella” (amarillo cítrico).
[8] El slant six de 225 plg³ (3,7 litros) medido en 110 HP (112 CV; 82 kW) netos, seguía siendo el motor estándar del modelo base con el V8 de 318 plg³ (5,2 litros) con dos bocas, medido en 150 HP (152 CV; 112 kW) netos.
Es el último año del Charger como auto deportivo por la Crisis petrolera de 1973 que afectó seriamente a los Estados Unidos.
Las ventas se desplomaron y ya era tiempo para un nuevo Charger, pero nunca sería todavía mejor.
Si el Charger tuviera la apariencia como cualquier otro que su más cercano "gemelo" Cordoba, era la entonces contemporánea segunda generación del Chevrolet Monte Carlo.
Con una resurrección del Coronet de dos puertas vendiéndose más o menos bien, este Charger llegó a los clientes durante ese año.
Se seguía vendiendo hasta 1976 y 1977 con cambios a la línea que eran menores: el modelo base regresó y el V8 de 360 plg³ (5,9 litros) era suplantado por el de 318 plg³ (5,2 litros) como la planta de poder estándar en 1976, había una nueva parrilla para 1977 y el modelo base se descontinuó otra vez, los paquetes opcionales hacían "malabares", pero nada hizo interesantes a estos coches.
[1] Ford estaba dominando NASCAR durante mediados de los años 1960 y Dodge esperaba que el Charger pudiera competir.
Tenía algo de deslizamiento / elevación trasera severa, causado por la forma del coche que actuaba como un ala.
Esto provocó que el modelo 1966 se convirtiera en el primer coche estadounidense producido en masa en tener un spoiler.
Nada cambió mucho hasta 1969, cuando Ford estaba empezando a desempeñarse bien en NASCAR de nuevo, con su potencia más baja, pero cuyos modelos eran altamente maniobrables.
Los modelos de calle del Charger 500 venían estándar con el motor Magnum 440 y el opcional 426 Hemi.
Cualquier modelo aerodinámico, que incluía spoiler grande y extensiones delanteras, solamente podía tener un motor de 305 plg³ (5 litros).
[6][16][30] Un modelo 1968 negro aparece en la película Bullitt, el cual termina siendo destruido al explotar durante una persecución, misma que es considerada como una de las mejores en la historia del cine.