Ese año lideró además el ranking mundial de los 800 m con 1:55,05 hechos en Bucarest, que sería además la mejor marca de su vida en esta prueba.
Conviene decir que Melinte se benefició mucho de la ausencia a causa del boicot de las soviéticas, que por esa época dominaban los rankings mundiales del mediofondo, con corredoras como Nadezhda Olizarenko, Irina Podyalovskaya o Nadezhda Ralldugina.
Tras su victoria olímpica, continuó siendo durante varios años una de las mejores mediofondistas del mundo, dedicada sobre todo a los 1500 metros, una distancia en la que fue dos veces campeona del mundo en pista cubierta (1987 y 1989) y tres veces campeona de Europa (1985, 1988 y 1990).
A esto se suma otro título europeo de 800 metros en 1989.
En la actualidad, ocupa el 6.º lugar en el ranking mundial de todos los tiempos en los 800 metros con 1:55,05 que además sigue siendo el récord nacional de Rumanía.