Dolores Huerta

[1]​ Huerta nació en Dawson, Nuevo México, donde su padre, Juan Fernández, era minero, agricultor, activista sindical y legislador estatal.

En 1962, cofundó la Asociación Nacional de Trabajadores del Campo —National Farm Workers Association, en inglés— junto con César Chávez.

Con el tiempo, esta asociación pasó a ser el Comité de Organización de los Trabajadores Agrícolas —United Farm Workers Organizing Committee, en inglés— y, más tarde, los Trabajadores Agrícolas Unidos —(UFW, United Farm Workers, en inglés—.

En 1966, negoció un contrato entre el UFWOC y la empresa de vinos Schenley Wine Company.

Esta fue la primera vez que los trabajadores del campo, colectivamente, entablaron con éxito negociaciones con una empresa agrícola.

En 1966, ella negoció un contrato entre el UFWOC y la compañía vino de Schenely, marcando la primera vez que los trabajadores agrícolas pudieron negociar con una empresa agraria.

Muchos de ellos viajaban a donde estaban los cultivos según la temporada, lo cual significaba que sus hijos recibían una educación inadecuada y muchas veces trabajaban en los campos al lado de sus padres.

[20] Dolores explicó que muchos de los dueños de los campos se justificaban diciendo “les estamos haciendo un favor a los trabajadores y al público al darles trabajos.” Explicó que los dueños de los campos habían recibido la tierra y el agua gratis y suponían que los trabajadores trabajarían gratis también.

[21] Después de que Dolores vio los condiciones bajo las cuales vivían estas personas, se unió a la organización.

Tras una larga recuperación, Huerta se ausentó del sindicato para centrarse en los derechos de las mujeres.

La campaña resultó en un aumento significativo en el número de mujeres representantes elegidas a nivel local, estatal y federal.

La Fundación Dolores Huerta tiene programas de temas como Compromiso Civil a otros temas como Programa de Jóvenes, que contribuyen a la educación y la igualdad.

[4]​” Proyectos como estos fueron muy exitosos, ya que lograron acumular 31,858 contactos no duplicados para ayudarlos con este tipo de campañas.

Más recientemente, San Francisco Weekly escribió una reseña de la fundación, intitulada, “Escuela en San Francisco llamada en honor a Dolores Huerta, recauda donaciones para hacer aún más.”[4]​ En la reseña, hay detalles sobre la iniciativa de unos padres, que recaudaron dinero en GoFundMe para hacer un mural en honor a Huertas.

Huerta piensa que la educación es la herramientas más esencial para el futuro de este activismo.

La enmienda 67 extendió la definición de "persona" y "niño" al óvulo fertilizado.

[6]​ Huerta pasó tres décadas luchando por condiciones de trabajo más seguras con la UFW.

A medida que su movimiento se hizo más feminista, esto se hizo más importante ya que los pesticidas causan complicaciones en el embarazo, tales como: disminución de la fertilidad, aborto espontáneo, muerte fetal y anomalías del desarrollo.

[7]​ Nombraron a Huerta como una de las tres mujeres más importantes del año 1997 por la revista Ms.

Fue la destinataria inaugural del Eleanor Roosevelt Award for Human Rights premiado por el presidente Bill Clinton.

Ese mismo año, la revista Ladies' Home Journals la reconoció como una de las 100 mujeres más importantes del siglo XX, junto con otras líderes mujeres como Madre Teresa, Margaret Thatcher, Rosa Parks Indira Gandhi.

Nominó a Clinton formalmente para ser la candidata presidencial en la convención democrática nacional de 2008.

Han nombrado cuatro escuelas primarias en California en honor a Huerta; una en Fort Worth, Texas; y un colegio en Pueblo, Colorado.

Pitzer College, una universidad en Claremont, California tiene un mural en frente del edificio Golden Hall dedicado a ella.

Durante su niñez, solía oír a su padre relatar cuentos sobre la organización de las uniones.

La acción comunitaria de Huerta empezó cuando era estudiante en la preparatoria, Stockton High School.

Ella recuerda haber sido acusada de robar el trabajo de otro estudiante, y como resultado, haber recibido una calificación injusta, situación que ella considera como motivada por prejuicios raciales.

En sus palabras, “No toleraba ver a los niños entrar al salón hambrientos y necesitando zapatos.