Ante la represión que se encontraron, muchos de ellos eligieron esconderse en los montes para desde allí seguir la lucha armada.
Lavín Gómez y su familia formaron parte de los que ayudaban a los huidos, dándoles la cobertura necesaria para su supervivencia.
En el momento de la detención además estaba en su casa un guerrillero, Segundo Pérez Abascal, temporalmente escondido que fue asesinado al intentar escapar.
Al salir libre, junto a su hermano Marcos y su primo Pedro Lavín Cobo se unieron a una partida de guerrilleros comandada por José Lavín Cobo, apodado "El "Cariñoso".
Cuando se enteraron, Lola, su hermano y su primo intentaron huir.