Comenzó su actividad como guitarrista en 1907 en San Pedro, provincia de Buenos Aires, integrando un trío con Francisco Canaro en violín y un músico apodado El Cuervo, en flauta.
En 1912 participó en otro trío con Canaro, esta vez con Augusto Pedro Berto en bandoneón, para actuar en el palco del Café Venturista, sito en la avenida Triunvirato (actualmente avenida Corrientes) y Serrano.
Al mismo tiempo participaba con Berto en las grabaciones del Quinteto Criollo Augusto para el sello Atlanta.
Entre sus obras se destaca el tango, Marianito, valorada como su mejor obra, que Carlos Di Sarli grabó en dos oportunidades con su orquesta.
Otros tangos de su autoría que se recuerdan son Buen gaucho, Caprichosa, Es el destino, Gurrumina, La Lora, que compuso en honor al bailarín Egidio Scarpino que tenía ese apodo, Noche callada, Ñanduty, Peor es nada, Raimundo, Siempre firme, El tropezón, Vadarkablar, La vendedora de Harrods, Vuelo nocturno y la milonga Soy la milonga del centro.