Domingo de Matanza

Tuvo problemas con el cabildo que resultaron en su expulsión del cargo en ambas ocasiones.

La vacante fue ocupada por Matanza en 1598 y permanecería en el cargo hasta 1605.

[1]​ Entre sus obligaciones estaban:[1]​ Las relaciones entre el maestro Matanza y el cabildo no fueron sencillas.

Tuvo numerosos problemas por no cumplir sus funciones, siendo sancionado con descuentos del salario y multas en múltiples ocasiones.

En 1616 debido a las numerosas faltas, se le hizo firmar un contrato para la enseñanza de los infantes del coro con el contralto.