Don Quijote (ópera de Halffter)

[1]​ Es, por tanto, una obra de madurez que aúna la experiencia y las grandes dotes musicales del compositor.

La intención argumental es hacer meditar al espectador sobre la importancia de las grandes metas, por utópicas que sean, en el tiempo actual.

Los autores entran inmediatamente en materia, aunque sí recurren a las escenas más archifamosas, por no decir tópicas, del personaje cervantino (los gigantes que son molinos y las ovejas que son ejércitos).

El propio Cristóbal Halffter escribe: La obra fue compuesta bajo el mecenazgo de Caja Duero.

La puesta en escena fue responsabilidad del ya consagrado Herbert Wernicke, famoso por sus escenografías originales, mágicas e irreverentes.

Teatro Real de Madrid, escenario del estreno de la ópera Don Quijote, de Halffter, en el año 2000.