Según su propio testimonio, fue tomado a la fuerza a la salida del colegio e incorporado contra su voluntad como soldado de un regimiento de caballería en 1837.
En 1841 presenció el fusilamiento del general Mariano Acha.
En 1860 se inició en la masonería, a la que perteneció el resto de su vida.
Combatió en las batallas de Yatay, Tuyutí, Lomas Valentinas y Azcurra.
En 1880 comandó una división entrerriana contra las fuerzas que apoyaron en la provincia de Corrientes a la revolución porteña.