Su experiencia académica le hizo ver la pobreza de la educación recibida por los sordos en Inglaterra, que se orientaba únicamente al aprendizaje de oficios menores, en comparación con las posibilidades ofrecidas por la universidad.
Ese mismo año regresó a Estados Unidos, donde trabajó como maestra de niños sordos.
Miles realizó y publicó también, en esos años, varios videos con traducciones a la ASL de poesía inglesa.
De no haber quedado sorda, decía Dorothy, no hubiera probablemente llegado a ser una reconocida poetisa, ni nada diferente a una simple secretaria como hay muchas miles en Inglaterra.
Su trabajo como activista estuvo siempre consagrado a tender puentes para la comunicación entre los Sordos y los oyentes.
Su obra poética, hecha tanto en inglés como en dos lenguas de señas, estaba consagrada a ese fin, según ella misma afirmó en distintas entrevistas.
En 1993, en medio de una crisis depresiva, se quitó la vida arrojándose desde el segundo piso del apartamento donde vivía.