La película empieza mostrando cómo un caballero con código de honor entrena a un joven príncipe llamado Einol.
Se encuentra con el hermano Gilbert, un monje aspirante a poeta, quien está impresionado por las proezas de Bowen al ver cómo mató un dragón ante sus propios ojos y como prueba le ha quitado uno de sus dientes, por lo que le sigue para narrar sus hazañas en versos épicos.
Así, caballero y dragón deciden unir fuerzas para representar una actuación conocida solo por ellos: Bowen supuestamente "caza" a Draco y luego reclama una recompensa de parte del pueblo o villa que protege por haber matado al dragón que los estuvo "aterrorizando", sin tener que perder su trabajo.
Este propone a los aldeanos que la ofrezcan en sacrificio al dragón para apaciguar su "ira".
Así Bowen, Draco, Kara y Gilbert deciden salvar al reino entero del dominio del cruel Einol, con la ayuda de un grupo de aldeanos que aceptan ser entrenados por el caballero para formar un ejército y acabar con el yugo del rey de una vez.
Este último asalta el castillo mientras que los aldeanos acribillan a los soldados, ganando la batalla.
Finalmente, Bowen llega hasta Draco y vence al rey en un duelo pero aun sigue vivo, así el dragón le suplica que lo sacrifique para que Einol sea derrotado de una vez por todas.
Einol aparece amenazando a Kara con matarla al mínimo movimiento, pero Draco muerde una de sus manos haciendo que el dolor se reflejara en Einol también y liberando a Kara.
Así entonces los presentes observan en silencio cómo su espíritu es acogido en la constelación que forma el Cielo de los Dragones, convirtiéndose en la estrella más brillante de la misma y así Bowen y Kara guiaron al reino a una época de justicia y hermandad y cuando las cosas se ponían difíciles para Bowen la estrella de su amigo dragón muerto brillaba con mucha intensidad para todo aquello quien sabía en donde debe mirar.
[1] La película tuvo éxito en taquilla y con el tiempo se convirtió también en culto.